Constructores de Paz

Propuesta de Educación en Derechos Humanos y Cultura de Paz asumida desde la visión de los y las adolescentes y los jóvenes en Venezuela.

La persistente crisis económica y financiera; la inestabilidad de los precios de los alimentos y de los combustibles; la preocupación mundial por el Cambio Climático; los conflictos entre naciones e interraciales a nivel mundial, mientras que en la región de América Latina y El Caribe tenemos los desastres naturales; la expansión de grupos políticos; la politización de todos los asuntos del quehacer del ciudadano; las bases militares en el continente; la degradación de la Amazonia, entre otros factores, amenazan el progreso de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).

     No cabe duda, que para las Organizaciones No Gubernamentales, a nivel mundial y latinoamericanas, entre ellas, la Asociación Civil Cátedra de la Paz y Derechos Humanos “Mons. Oscar Arnulfo Romero” significa: una lucha más ardua, si cabe; ser innovadores en los enfoques, programas y proyectos para evitar un retroceso en los avances logrados con tanto esfuerzo en materia de desarrollo; asumir un incumplimiento de los puntos referidos en el Manifiesto 2000 sobre Cultura de Paz, especialmente porque estos retrocesos impactan en todos los países, que se ven arrastrados a las puertas del conflicto y la desesperación.

     Precisamente en este contexto, la labor y la contribución de la Cátedra de la Paz por la consolidación de la Cultura de Paz, siguen siendo decisivas en esta materia como Organización Comunitaria de Desarrollo Social, adscrita a la Dirección General de Cultura de la Universidad de Los Andes, desde Mèrida, Venezuela, el año 1987.

     Cátedra de la Paz emprendió, desde su inicio, el apoyo y el desarrollo de las capacidades de la gente, en especial la de los y las jóvenes, para afrontar, mitigar y superar el impacto de los cambios estructurales y el legado de conflictos violentos generados por dichos cambios. Dicho apoyo ha ido desde la capacitación de funcionarios y funcionarias públicos/as, así como comunidades u organizaciones sociales sobre derechos humanos, mediación comunitarias, cultura de paz, entre otros, hasta el apoyo y presencia en las diversas Redes Sociales afines a nuestra misión, en el empoderamiento de los niños, las niñas, los y las adolescentes y jóvenes en dichos temas, desde la asistencia a proyectos e iniciativas en las comunidades locales, en especial, Los Curos en el Municipio Libertador, del Estado Mérida (Venezuela), hasta el fortalecimiento institucional, que ha permitido una constante promoción de los Voluntarios/as como Constructores de Paz. Todas estas acciones –a menudo- constituyen el corazón de lo que realiza Cátedra de la Paz.

     Cátedra de la Paz continúa siendo una referencia regional, nacional e internacional, promoviendo la participación en y desde las comunidades a nivel de base y aprovechando las competencias y experiencias de quienes han contribuido con su grano de arena a resolver los problemas sociales con soluciones comunitarias.

     Cátedra de la Paz puede avanzar hacia el futuro cercano de forma más consolidada y hacia la consecución de su misión.

     Quiero encomiar a todos y todas quienes han creído en el pasado y en el presente -como decía el Mons. Romero: “Creer es transformar”- en estos años de gestión, agradecer el poder de ofrecer su tiempo a favor de la paz y la no violencia. Su espíritu voluntario no es simplemente un complemento a la labor emprendida día a día desde Cátedra de la Paz, sino que constituye la esencia misma de esta ponencia.


Pltgo. Walter Trejo Urquiola
Coordinador General Cátedra de la Paz A.C / Politólogo y Educador para la Paz. 

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Mérida 5101, Mérida / Venezuela.