La paz quedará en su nacimiento

La Paz quedará en su nacimiento “La  Utopía”.


Por Juan Quintero Niño.

Mientras la Violencia sea el diálogo, será inalcanzable ese mundo que muchos nos idealizamos, así otros  intentan reconocer esa capacidad ya perdida en un lugar que nunca existió.

     Cuando en el diccionario de la Real Academia Española buscamos la palabra paz, aparecen más de tres significados pretendiendo así enseñarnos algo. ¿Un patrón?, tal vez. Pareciera que tal palabra es irreconocible por nuestros instintos, ya no tenemos comportamientos de animal, ¡hemos evolucionado! dice la ciencia. ¡Paz!, ¡Paz! y ¡Paz! exclaman muchos, pero queda ahí, hasta nos creemos la palabra, y a los cinco minutos empezamos los conflictos con nosotros mismos, típico de una mente en evolución.

     Guerra es contradictorio a paz, una fórmula muy bien aprendida, la guerra se genera por éstas y éstas razones… ¡Muchas! Lo sabemos como si con ello hubiésemos nacido, pero... ¿Y la paz? ¿Qué la genera? Con eso no nacimos, pareciera que a esos genes los borró la evolución.

     Las personas saben hoy en día más de armas, tanques de guerra, estrategias para la defensa personal, que de diálogo. Hay grandes comerciales de televisión, estrategias de mercado que estimulan las ventas de artículos de defensa como los Paralice, La navaja estrella, El láser que te salva de todo, etcétera. ¿Qué hay de campañas de diálogo y el buen trato? ¡Vaya! ¡Qué negocio!, ya que sin pretender caer en la ofensa, a “la paz”, también la han hecho un negocio. Nos la han vendido como el cuento aquel de Los frijoles mágicos donde sembrándolos se llega a la gallina de los huevos de oro, el gigante, y el arpa que lo adormece. ¡Haaa! Es que pareciera que la utopía tiene mala definición.

     Otros y otras son “Robin Hood” o “El Zorro”, que toman la justicia por sus propias manos. Me sorprende tanto la capacidad de organización que se tiene para acordar como linchar  y asesinar a alguien, como la capacidad para acordar denunciarlo y dejar que la justicia haga su trabajo. Típico caso que me dejó un shock emocional, fue en un popular sector de Caracas, en 2009, cuando la corriente de la violencia y organización de las personas  los llevó a  golpear hasta que la sangre corrió por la aceras y quemar vivo a un abusador sexual. Celebraban y aplaudían ¡Qué victoria!

     La violencia es ya parte de nuestras vidas, a un lado, enfrente o donde fuese, para muchos identificarla se le es complicado. Porque es el mundo idealizado de los que la consideran, ya que no está en una línea imaginaria, sino en la esquina real de su casa o calles. Sin contar lo que nos permitimos leer en las páginas rojas de los periódicos o ver por televisión.

     Tú, yo, él. ¿Somos la paz?  Tres letras: P..., A…, Z…,



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